"Morena" de Ivone Natalia Alvarez
Morena
Morena trabaja la arcilla
ollitas de sueños aroma de campo
tiende bajo el verde suelo
la semilla germinada de sus antepasados.
Morena es invisible en mundo urbano
donde por monedas vende su trabajo
sueña sueños de colores
bajo el arcoíris, bajo los lapachos,
se enamoró de la luna y de sus caras
puso en su casa de adobe
lirio en sus ventanas,
prepara el pan temprano
en un horno de duendes y salamancas,
anoche se durmió muy tarde
viendo la vertiente de las aguas claras.
Hace unos días con sus animales
al pie de una montaña
contempló las estrellas, bajo un negro cielo
con lunas de plata,
y muy apresurada tomo la lana desde sus entrañas
silbando despacito le hizo una manta
de vicuña marrón con pompones de plata,
Morena canta coplas, a veces de alegría
a veces como rezando
otras veces llora como estirando el llanto.
Morena cosecha de sus huertas
Lo que sus manos han plantado
otras veces cosecha
lo que la tierra le ha heredado.
Morena sueña sueños extraños
como si ella fuese un cóndor
bajo el tapiz soleado.
Morena ha quedado sola allá en el campo;
cuando sus hijos crecieron
se fueron deslumbrado
se volvieron esclavos del sistema
horas y horas trabajando,
vistieron diferente
y hasta el agua que bebían
debían de pagarlo.
Morena casi nunca bajaba a la ciudad
pero cuando lo hacía cargaba en sus espaldas
ollas del más fino barro,
el dinero para ella no importa
era para sus hijos que trabajan tanto.
Cargaba en sus espaldas un lindo tapiz
que una tarde los había preparado
un queso de cabra y dulce de membrillo
con aroma a leña pancito amasado.
Le dolía verlos como habían cambiado.
Ellos le explicaban que solo era trabajo
Y con el trabajo agua caliente
luz y gas podían pagarlo.
Morena no entendía como se les iba la vida
para tener tan poco llegaban cansado,
no disfrutaban del sol ni de la noche estrellada
todo por vestir bonito con una corbata.
Morena no bajaba seguido
de hecho, casi nunca bajaba
pero cuando lo hacía en su ancha espalda
cargaba los sueños con aroma a albahaca
de su largo cabello se prendían estrellas
Y de su roja mano los surcos de los cerros
como arrugas apretaba.
Morena a partido como un susurro al viento
dejo su horno de barro con brazas de tiempo
se volvió estrella, se volvió cerro
se volvió agua dulce bajo las montañas.
Dicen que la luna le robo el rostro
que allá en la ciudad por los rascacielos
muy pocas veces pueden contemplarla
dicen que, para mirarla,
hay que ir hasta el cerro cruzando las montañas
donde el aire es puro y la vida no es urbana.
Bello felicidades 🥰🥰🥰
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